Texto Genesis 9:5-6
5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. 6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
"Demandaré" significa que Dios quiere que cada persona rinda cuentas de sus acciones. No podemos dañar ni matar a un ser humano sin dar cuenta a Dios. Habrá castigo. La justicia se aplicará.
La vida humana es lo más sagrado de la creación para Dios. La violación consciente del derecho de otro a la vida exige castigo de parte de Dios.
La santidad de la
vida, la vida fue dada al hombre por Dios. Los seres humanos fueron
hechos a «imagen» y «semejanza» como creación singular de Dios
(Génesis 1:26; 9.6); espiritual, inmortal e inteligente. Por lo
tanto, Dios dijo: «No matarás» (Exodo 20:13). Arrancar una vida
humana es violar la imagen de Dios en el ser humano, que debería ser
respetada y reverenciada. La vida, aun la prenatal, siempre es un
milagro y nadie debe creer que tiene el derecho de derramar la sangre
de un ser humano inocente.
Aquí Dios explica por qué el asesinato es sumamente grave: matar a una persona es matar a alguien hecho a la imagen de Dios. Como todas las personas están hechas a imagen de Dios, poseen cosas que las diferencian de los animales: moral, razón, creatividad, y dignidad. Cuando nos relacionamos con los demás, nos estamos relacionando con seres que Dios creó. Dios quiere que veamos su imagen en todas las personas.
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